Cuando decoramos nuestros interiores, una de las cosas que nos resulta más difícil es elegir los colores, creemos que se trata de tener o no buen gusto y nos dejamos guiar por nuestra intuición pero a la vez no arriesgamos porque no estamos seguros. Sabemos que los colores nos producen multitud de sensaciones y pueden influir en nuestro estado de ánimo, con el color podemos crear efectos visuales que modifiquen la apariencia con la que vemos los espacios o cosas, más amplios, estrechos, anchos, altos, bajos, cerca, lejos, etc. Pues bien, hoy vamos a hablar de las reglas básicas de cómo combinar colores, esto te ayudara a dar el paso final para dar ese toque de color que tu espacio necesita.
Para ello debemos hablar antes de “La teoría del color”, esto es un grupo de reglas básicas en la mezcla de colores para conseguir el efecto deseado combinándolos. Probablemente aprendiste sobre el círculo cromático de pequeño en el colegio, pues es una herramienta perfecta para ayudarte a decorar tu hogar y fue desarrollado por el físico Isaac Newton en el siglo XVIII.
Lo primero que hemos de saber es que los colores se clasifican en primarios, secundarios y terciarios.
Si no estás seguro de por dónde empezar cuando se trata de poner color en un espacio interior o exterior, elegir uno de estos 12 suele ser un buen punto de partida.
En esta rueda básica de doce colores diferenciamos en colores cálidos – rojo, naranja y amarillo – y los colores fríos – verde, azul y violeta.
La gama cromática fría son colores relajantes, tranquilizantes, expresan soledad y lejanía. Se recomiendan de forma general en salas de estar y habitaciones, también son perfectos para un espacio pequeño ya que le dará sensación de amplitud. Por otro lado la gama cálida son colores excitantes, expresan dinamismos, proximidad, parecen dar más vida al espacio. Son ideales para cocinas y comedores.
Los colores neutros son aquellos que abarcan del blanco al negro, pasando por el gris. Incluye todos los colores con predominio del gris, los blancos crudos y los tonos de color marrón, desde los cremosos hasta los tostados.
Todos los demás colores se consideran variaciones de estos doce colores básicos, ya sea por combinaciones entre ellos mismos o mezclados con colores neutros para hacerlos más claros o más oscuros.
En el lenguaje de diseño de interiores, esto se conoce como tinte, sombra y tono:
En esta rueda podemos verlo, el circulo más externo es el color puro, después le sigue los colores tintes, los tonos y por último sombra.
En los casos en que combinemos más de dos colores podemos hacer uso de una regla de proporción: 60% como color dominante, 30% como color secundario y un 10% como color para los complementos.
A partir de ahí empezamos a jugar y a combinar colores según varias teorías:
Combinación monocromática
Combinación por analogía